¿Cuáles son los tipos de amortizaciones?
Las amortizaciones son el cálculo de la devaluación del valor de activos y pasivos que necesariamente debe realizar una empresa. Se trata de métodos que se llevan a cabo de diferentes maneras, siguiendo distintos procesos que dependen del bien objeto de la amortización. De esta forma se puede distinguir, básicamente, entre dos tipos de amortización, la contable y la financiera.
La primera, la amortización contable, se aplica a los activos que posee la empresa. Normalmente, las organizaciones realizan adquisiciones de bienes físicos, como por ejemplo maquinaria, infraestructuras, hardware, etc.
Dichos activos pierden su valor de inversión a medida que pasa el tiempo, siendo este el objeto del cálculo de una amortización contable. Por otra parte, las amortizaciones financieras se aplican a bienes pasivos, como por ejemplo préstamos. Para llevar a cabo este último tipo de amortizaciones se conocen distintos métodos como pueden ser el método francés, alemán, italiano, etc.
¿Qué son las amortizaciones?
El concepto de amortizaciones puede llegar a ser muy ambiguo, es por eso que lo ideal será limitarse a la acepción relacionada con el entorno empresarial. En ese caso, las mismas son procedimientos financieros y contables que buscan calcular la pérdida de los bienes adquiridos por una empresa. Teniendo en cuenta que los bienes pueden ser activos o pasivos, el procedimiento de amortización será diferente.
Por una parte existen las amortizaciones de tipo contable. Estas se aplican a los bienes contables, a los activos. Por ejemplo, si una empresa posee una máquina que tenía un valor inicial al momento de su compra, lo más probable es que luego de transcurridos unos años ese bien pierda parte de su valor o su valor total debido al deterioro, la aparición de maquinaria más moderna e incluso sin presentar deterioro el simple hecho de haber transcurrido el tiempo hace que pierda su valor.
Por otra parte, las amortizaciones de tipo financiero se aplican a los activos de una empresa. La amortización financiera se refiere a la reintegración de un pasivo. En el caso de un préstamo, el reintegro que se realiza es el del capital, el cual puede ser devuelto en varias cuotas o la totalidad del mismo en un solo pago. Este tipo puede llevarse a cabo implementando diversos métodos. El más conocido es el método francés o de cuota constante.
Las Amortizaciones contables
Se trata del mecanismo que utiliza una empresa para cuantificar la disminución del valor de los activos en su contabilidad. Sometiéndose en cuanto al bien con el que se requiere hacer la amortización esta puede seguir distintas pautas, al igual que también dependerá del agente interesado en la amortización, como podría ser Hacienda. Generalmente, la amortización contable es aquella que utilizan las empresas para valorar o depreciar sus activos.
Debido a que con el paso del tiempo los activos tangibles e intangibles pierden su valor, el objetivo principal del proceso de amortización contable es medir la pérdida del valor de los activos a lo largo de su vida útil. Las amortizaciones son consideradas cuentas de gasto, es por ello que son importantes para una empresa, ya que deben figurar en los libros contables debido a su implicación impositiva. Las amortizaciones contables pueden llevarse a cabo utilizando dos métodos:
- Método directo.
- Método indirecto.
Las Amortizaciones financieras
Es el tipo de amortización que debe aplicarse a los pasivos de una empresa. Las amortizaciones financieras representan el reintegro del capital luego de transcurrido un determinado plazo. Dicho reintegro de capital puede acordarse en varias cuotas, o bien en un solo pago, siendo el tipo de amortización anticipada.
Los préstamos e hipotecas están compuestos por el capital inicial más los intereses. Las amortizaciones financieras, dependiendo de la forma de las cuotas, los intereses y los plazos se llevan a cabo utilizando diversos métodos, unos más sencillos que otros de acuerdo a sus características. Estos métodos son, por lo general, los siguientes:
- Método francés o de cuota constante.
- Método americano o de cuota creciente.
- Método alemán o de cuota decreciente.
Método francés o de cuota constante
Es uno de los métodos de amortización más comunes debido a su sencillez. En él, las cuotas son constantes, es decir se paga siempre la misma cuota. El dinero se fracciona por plazos entre los intereses y el capital. Aunque la cuota no varía, el cálculo de los intereses se realiza en base al valor que se amortiza.
Este método de amortización es el más recomendable para organizaciones con ingresos fijos, esto se debe a que a pesar de que el reintegro del capital es grande luego de la primera mitad, las cuotas se mantendrán con su mismo valor a lo largo del crédito.
Método americano o de cuota creciente
Se caracteriza por un aumento continuo de las cuotas. Al principio, los pagos son pequeños, lo cual es conveniente para quien solicita el préstamo, ya que se mantiene a la espera de ver un aumento de sus ingresos. Sin embargo, lógicamente al final del plazo el valor de las cuotas incrementará considerablemente.
Método alemán o de cuota decreciente
A pesar de ser el opuesto del método americano, el método alemán es el método menos empleado. En general, una de sus principales características es que cuenta con la facilidad de que se pagan menos intereses totales. En este método la cantidad de deuda amortizada se mantiene invariable.
Sin lugar a dudas las amortizaciones cobran una relevancia especial para el área de contabilidad de una empresa, principalmente porque constituyen un cálculo que influye en la toma de decisiones administrativas y los cálculos de rentabilidad, por eso cada vez crece la demanda de profesionales con conocimientos sólidos en el área. Esa clase de conocimientos puedes profundizarla iniciando nuestra muy completa Maestría en Master Business Administration.
