El incremento de los ataques informáticos exige la formación de más expertos en seguridad digital
Con el desarrollo de la tecnología y del mundo digital, cada día es necesario reforzar la seguridad en dicho aspecto, ya que también han incrementado los “crímenes digitales”, los cuales perjudican a las personas de manera individual y colectiva.
Para evitar que se cometan estas infracciones, existe la ciberseguridad (también conocida como seguridad digital), la cual según la Information Systems Audit and Control Association (ISACA) es la “protección de activos de información, a través del tratamiento de amenazas que ponen en riesgo la información que es procesada, almacenada y transportada por los sistemas de información que se encuentran interconectados”.
Es decir, que la ciberseguridad engloba una serie de métodos para proteger un sistema informático, computadoras, servidores, dispositivos móviles, sistemas electrónicos, redes y mucho más; siendo su principal objetivo, la protección de datos que se encuentran digitalizados, sean personales o de una compañía.
¿De qué nos protege la ciberseguridad? De crímenes informáticos como ataques cibernéticos, intrusión de privacidad, desconfiguración de sitios web, cierre de tiendas en línea, fraude de pagos, hackeos, robo de datos o de identidad, spyware, adware, ciberespionaje, sabotaje, métodos de phishing en la banca online, ataque DDoS, creación y difusión de programas (virus/troyanos) que afectan sistemas, entre otros.
En definitiva, es una profesión que permite evitar los ciberataques, que pueden provocar daños a la sociedad, frenar el crecimiento empresarial y mucho más.
Amenazas más comunes
Todas las personas que utilizamos internet, estamos propensos a sufrir un ataque informático. Entre las amenazas más comunes se pueden nombrar las siguientes:
- Ciberguerra: es un ataque con fines políticos, ya que se intenta recopilar el mayor número de información posible que pueda comprometer a un partido político o a un gobierno. La ciberguerra es cuando se hace uso de la tecnología para afectar las acciones del Estado u otra organización. Usualmente, los sistemas de comunicación son los afectados por este ataque.
- Ciberterrorismo: se intenta recopilar información para crear un ambiente de terror entre los ciudadanos, ya que se provoca una inestabilidad en la población. Un ejemplo podría ser el hackeo del sistema informático de un hospital para ocasionar daños en su infraestructura o sistema de registro de los pacientes.
- Cibercrimen: es una de las amenazas más comunes. Los hackers acceden a sistemas informáticos protegidos e intentan obtener ganancias financieras. También se realiza a nivel de usuario, es decir, que se toma el control de dispositivos o cuentas de redes sociales o bancarias, a cambio de una compensación económica.
Entre los más comunes están:
- Robo de identidad: cuando se suplanta la identidad de otro usuario, ya sea para perjudicar su reputación o para cobrar una recompensa.
- Chantaje: los cibercriminales obtienen datos de una persona u organización y exigen un “rescate” a cambio de no hacer público dicha data.
- Fraude: es cuando se aprovechan de los datos bancarios para hacer uso del dinero ajeno o embaucar a otros.
- Acoso: es conocido como el ciberbullying y se utiliza para hostigar a una persona, para provocarle daño psicológico y/o a su reputación.
- Ciberespionaje: tiene que ver con el robo de información confidencial.
Ahora, para evitar todos estos perjuicios, existe la figura del técnico en ciberseguridad, quien se encarga de ejecutar los protocolos necesarios para prevenir o luchas contra ataques como estos. Y ¿cómo lo hace?
Siguiendo una serie de fases, como lo son:
- Prevención: es actuar de forma temprana e informarse sobre lo que podría pasarle a nuestro sistema, servidores, equipos. Se determinan las posibles amenazas, las medidas de prevención y reacción en caso de que algo ocurra.
- Localización: en el caso de que haya surgido algún problema, se detecta dónde y por qué ocurrió, para actuar lo más rápido posible. Mientras más pase el tiempo, mayor es el riesgo de perder datos importantes o la destrucción del sistema.
- Reacción: una vez que se detecte la amenaza, se toman las medidas necesarias para erradicarla, a través de una respuesta técnica y reforzar la seguridad para que no vuelva a ocurrir.
Un profesional necesario
De acuerdo con el informe de investigaciones de violación de datos de Verizon 2019, “el 43% de los ataques cibernéticos estaban dirigidos a pequeñas empresas”.
Ante ello, existe una gran necesidad de contar con expertos en ciberseguridad que garanticen el resguardo de la información de las pequeñas y grandes compañías. Pero también de los gobiernos del mundo y un ejemplo de ello, es que Estados Unidos (en el 2019) invirtió más de 13 mil millones de dólares en ciberseguridad, debido al incremento de ataques a sus sistemas.
Las personas interesadas en trabajar en esta rama de la informática pueden especializarse en ciberseguridad, adquiriendo conocimientos, habilidades y actitudes para implementar protocolos y procedimientos de resguardo de la información.
Quien se dedique a esta profesión podrá desarrollar y configurar herramientas de protección de la informática, sabrá cómo supervisar sistemas, detectará amenazas y enfrentará los ataques, para salir airosos de este.
¿Dónde se desempeña el experto en ciberseguridad? En cualquier empresa. Desde el sector financiero, hasta el educativo, organizaciones gubernamentales, empresas públicas y privadas, como asesores o profesionales con negocio propio.
Uno de los beneficios de la ciberseguridad, es que mientras el mundo avanza, la profesión también, porque los ataques cibernéticos o las ansias de obtener información confidencial siguen incrementando, por lo que es necesario contar con expertos en blindar los sistemas de un Estado o empresa.
Así que, si te interesa desempeñarte en esta profesión, hoy en día están a tu disposición diversos programas educativos, con los que podrás certificarte como técnico en ciberseguridad.
