Creando un entorno físico inteligente
La tecnología 5G comenzó a ser una realidad en 2019 en varias metrópolis del mundo, incluso la dirigencia de Tokio esperaba su lanzamiento en las olimpiadas de verano de 2020.
Se ha argumentado que la superación de la tecnología 4G significa un punto de inflexión en el desarrollo de las Tecnologías de Información y Comunicación. La velocidad, latencia y costo que involucra la tecnología 5G es solo la punta del iceberg de lo que se avecina con otra revolución en la conectividad global, el denominado Internet de las Cosas, más conocido por sus siglas en inglés IoT (Internet of Things).
¿Qué es IoT? Es la interconexión de Internet con la vasta diversidad de productos existentes. Es una suerte de ecosistema, en el que los dispositivos, como artefactos del hogar, estarán conectados entre ellos y con Internet.
Las compañías de ciberseguridad y privacidad están ante un nuevo reto. Una casa, edificio y ciudad inteligente involucran la interconexión/automatización de los servicios y dispositivos electrónicos, controlados de forma remota mediante aplicación móvil u ordenador.
Por ejemplo, una unidad habitacional inteligente, cuyos artefactos están en red, puede sufrir una intrusión y poner en manos de terceros los datos personales que guarden los dispositivos, como la nevera o el televisor. Es de esperarse que con la suma de artefactos a Internet aumenten las posibilidades de ataques.
Un esquema de ciberseguridad de un ecosistema IoT debe partir de la encriptación de la transmisión de los datos y el sistema debe también escanear regularmente la integridad de toda la data.
La confianza de los usuarios respecto al Internet de las cosas deberá ganarse con el tiempo. Queda mucho por hacer en el desarrollo de protocolos de seguridad eficaces para el IoT.